El caso Urdangarín llama la atención por muchos y muy variados aspectos. En Con Causa no hemos podido evitar fijarnos en uno de ellos porque nos toca de cerca. Sin entrar en juicios que no nos corresponden, está claro que hacer uso de un apellido ilustre para hacer negocios es más que reprobable. Pero ¿Qué me decís de los inversores que consiguió Urdangarín y que pusieron dinero sólo por andar detrás un "nombre"?

Cuando un inversor no busca un talento en el que invertir, un negocio sostenible que genere beneficios a todos los agentes intervinientes, si no que busca la reputación y prima más el famoseo que la brillantez de ideas, sólo se puede esperar un final decepcionante. Como ocurre con los malos guiones.

España no apoya a la gente con talento, es un hecho que hay que afrontar por muy positivo y constructivo que uno quiera ser. Las oportunidades no las tenemos las personas con ideas, si no que las tienen las personas con "nombre y apellidos".

Un país que anda así difícilmente puede llegar a una buena meta. España podrá salir del hoyo en el que se encuentra cuando se premie a la gente por su esfuerzo, por su trabajo bien hecho, por sus ideas creativas.

Hay un proverbio gitano que dice "Donde hay fango, también hay frescor y agua limpia". Sigamos pues limpiando el agua de nuestra sociedad porque merece la pena sacar adelante este pais nuestro.

Eva Latonda