Habilidades sociales y emocionales a través de la Técnica Conectiva.
GEn Talento.
Dar y recibir. La génesis del bienestar laboral.
Todas las organizaciones deberían procurar el bienestar de las personas como un factor imprescindible de valor y reciprocidad porque la aportación humana significa más beneficios para la empresa que los resultados financieros. Si se margina esta aportación, se deshumaniza la empresa y se evidencia negativamente en todos los indicadores claves de gestión: clima interno, motivación, compromiso, rendimiento, productividad y, tal vez el más difícil de revertir, la imagen empresarial.
Entonces nos preguntamos, ¿dónde está el valor empresarial de una organización? ¿Los intercambios económicos son motivados sólo por el utilitarismo? ¿Todas las aportaciones humanas son traducidas en términos financieros? ¿Las empresas “maquillan” su valor por las personas? A propósito de ello, invito al lector a ver el corto “El Empleo”, elaborado por Santiago ‘Bou’ Grasso y Patricio Plaza, que nos hace pensar y reflexionar sobre todo esto con un poco de humor incómodo.
El corto nos expone como autómatas. Nos muestra como seres absorbidos por la rutina, casi como espectadores de lo que pasa y de lo que nos pasa. Dentro de ese contexto de automatismo incesante, es imposible imaginarnos que alguien pueda experimentar plenitud en su vida laboral. Por todo esto, el video resulta una oportuna llamada de atención, una invitación a la sociedad, a las empresas y a todas las personas que somos parte de ellas a abrir los ojos y a plantearnos el sentido de lo que hacemos.
Ahora bien, como empresas, ¿cómo permitimos que esta especie de “eureka” ocurra en nuestra gente y dentro de las organizaciones? ¿Cómo “sacudimos” a las personas de su realidad, de sus automatismos, de sus rutinas? ¿Cómo creamos espacios sostenibles y fértiles para que surja la creatividad y para que las personas se sientan empoderadas?
Dando respuestas a todo ello y persiguiendo la lógica del don en la gestión empresarial, nuestros especialistas de Con Causa, conexiones creativas han creado el proyecto GEn Talento para empresas, que tiene como finalidad el desarrollo de habilidades sociales de las personas. Para ello, han diseñado la Técnica Conectiva que consiste en la utilización de distintas dinámicas teatrales y que aprovechan el trabajo psicofísico del actor.
Las dinámicas psicofísicas estudian la relación que existe entre la magnitud de los estímulos externos y la intensidad de las percepciones sensoriales. No obstante, ¿por qué es importante establecer esa relación? Por ejemplo, Bruce Lipton, autor de la biología de las creencias, señala: “No estamos limitados por nuestros genes sino por nuestra percepción y creencias”. Es decir, el ADN de cada uno de nosotros es controlado por señales que vienen desde fuera, incluyendo mensajes energéticos de nuestros propios pensamientos y emociones (de los que no somos conscientes).
Por ello, las dinámicas psicofísicas son ejercicios de autoconocimiento en las que se utiliza el cuerpo como herramienta. El cuerpo es lo que nos pone en el mundo.
Es a través de la respiración, las sensaciones corporales, las tensiones, las posturas y gestos y el movimiento que podemos poner en evidencia todos aquellos patrones inconscientes (emociones, sentimientos, ideas y pensamientos), que rigen casi todos de nuestros comportamientos. Además, apelando al concepto de neuroplasticidad, una vez descubiertos esos patrones, podemos cambiarlos, reforzarlos y/o reemplazarlos por otros más funcionales. Todo este aprendizaje, puesto en práctica con regularidad, nos proporciona un estado de autocontrol y serenidad que facilita nuestra convivencia con nosotros mismos, con los demás y en todos los ámbitos.
Cuando las personas nos descubrimos, cuando tomamos contacto con todas estas cuestiones y entendemos que tenemos el poder de cambiarnos a nosotros mismos y de encontrarnos con nuestra versión más genuina, no hay retorno posible. Sería algo así como cuando un actor logra dejar de ser un obstáculo para su personaje; como cuando logra conseguir “dejarse hacer” por el mismo; como cuando logra ser él mismo “haciendo de”. Estas son las analogías que nuestros especialistas transfieren a la empresa. Efectivamente, siguiendo algunas de las técnicas que utilizan los actores para lograr todo aquello, nos enseñan a aplicarlas en primera persona. La finalidad es permitirnos reconectar con nuestra versión más auténtica y fluir desde ella en cada rol que desempeñamos en la vida.
Gestionar con el alma es una herramienta de formación que ofrece horizontes amplios en la gestión de las organizaciones. En tiempos de desafíos económicos es importante ir más allá del puro beneficio, valorar el factor humano, desarrollar el talento de los trabajadores y permitir que desplieguen su talento creativo natural.
Con el programa GEn Talento las personas consiguen, entre otras cosas:
· Aumentar su conciencia corporal.
· Conocer, identificar y gestionar sus emociones desde el cuerpo.
· Aprender a aplicar de las técnicas psicofísicas en su quehacer diario.
· Redescubrir su talento creativo natural y aprender a expresarlo.
· Aumentar su capacidad de autocontrol, empatía, escucha activa y asertividad.
· Desarrollar habilidades sociales que fortalecen la capacidad de liderazgo.
Para la empresa los beneficios de las acciones de bienestar son innumerables:
Uno de los más importantes es el hecho de “despertar” a las personas de sus automatismos y permitirles un espacio de trabajo y de convivencia cómodo, enriquecedor, innovador y fértil. Por el principio de reciprocidad, todo eso vuelve, mejora y multiplica cualitativa y cuantitativamente los indicadores de gestión.
Otro de los beneficios, tal vez más altruista y en línea con lo que decíamos al comienzo, es el hecho de contagiar los valores humanos a través de la imagen empresarial; desde dentro hacia fuera y sin maquillaje.